¿Por qué nos cuesta tanto tener un buen acento en inglés?
Según el portal de noticias CNN, el español ocupa el tercer puesto en el ranking de los 12 acentos más sexys del mundo, aunque quizá no lo sea tanto cuando no podemos deshacernos de él para hablar inglés. No obstante, hay opiniones divididas al respecto: a algunos les cansa y a otros les encanta.
Políticos, deportistas y famosos de nuestro país se han enfrentado al desafío de hablar inglés en público y no todos han salido bien parados. Existen casos que todos conocemos como el “Morry Christmas” de Sergio Ramos o la «relaxing cup of café con leche» de Ana Botella.
La pronunciación a la hora de hablar inglés es todo un reto ya que, según el artículo que conocíamos a través de El Confidencial, en español hay cerca de 35 sonidos diferentes y 38 maneras de escribirlos, frente a los 44 sonidos y más de 1.100 maneras de escribirlos en la lengua anglosajona. Cuando aprendemos un segundo idioma se nos hace muy difícil tener una buena pronunciación y un buen acento.
Los errores de pronunciación más comunes
El error más común e inconsciente que solemos cometer los españoles es la incorrecta pronunciación de las palabras que empiezan por «s». En nuestro idioma no existe ninguna palabra que comience por esta letra seguida de una consonante, por lo que tendemos a pronunciar «ES» en lugar de «S»: «espain» por Spain, «estar» por star…
Pero sin duda, lo que nos delata como españoles a la hora de hablar inglés es la «h» al comienzo de las palabras. Los españoles somos demasiado bruscos y la pronunciamos como una «j». Tenemos, por lo general, un acento muy fuerte difícil de eliminar y nos da vergüenza abrir mucho la boca para emitir sonidos «raros» a los que no estamos acostumbrados.
Algunos consejos sobre cómo mejorar nuestro acento:
- Aprender primero un mínimo de fonética para conseguir identificar todos los sonidos del inglés que no existen en español.
- Entrenar el oído mientras aprendemos nuevo vocabulario, centrándonos con atención en la pronunciación.
- Incluir el inglés en otras actividades de nuestro día a día: escuchar música en inglés, cambiar el idioma de la televisión para ver películas o series en inglés, etc…
- Realizar estancias de inmersión lingüística en el extranjero en países angloparlantes y recurrir a profesores nativos siempre que sea posible.
- Practicar y hablar inglés sin complejos: el miedo a no ser comprendidos o la vergüenza a no pronunciar correctamente son grandes barreras a la hora de mejorar. Una buena ayuda es grabarse en vídeo o pedir opiniones y sugerencias a nativos ingleses.