Los representantes de ASEPROCE, integrado por las empresas más importantes de cursos en el extranjero, advierten a padres, educadores y profesores que se aseguren siempre de que la empresa que gestiona el curso de sus hijos cuenta con un sello de calidad auditado.
La iniciativa de contar con un sello fue impulsada para evitar que se produjeran problemas de calidad en los servicios de formación, dada la enorme sensibilidad e importancia de su cometido: la formación de estudiantes en el extranjero, en su mayoría menores de edad. El objetivo de la norma es la excelencia en el servicio, dentro de un sector empresarial, hasta hora no regulado. Newlink obtuvo en el proceso de certificación, una de las puntuaciones más alta.
Ignacio Más, uno de los portavoces de ASEPROCE, ha dicho que “este sello garantiza siempre a alumnos, familias, profesionales y educadores la máxima calidad de los programas educativos en el extranjero”. Es importante que los usuarios de cursos en el extranjero conozcan la importancia y utilidad del sello, lo pidan y no se conformen ni se fíen de cualquier entidad que ofrezca cursos, sino de aquellos profesionales que cuentan con garantías.
Cualquiera que vaya a realizar un programa de formación en otro país, de cualquier modalidad -curso intensivo de idiomas, postgrado, año escolar, intercambio o similar- “debe asegurarse que lo gestiona una empresa que ofrezca la máxima garantía de calidad”, ha insistido Ignacio Más.
El número de personas que ha salido a estudiar fuera de España para aprender otro idioma, realizar un curso o prácticas compaginadas con estudios, ha crecido en los últimos años. Por orden, las comunidades autónomas donde más estudiantes viajan al extranjero son Madrid, Cataluña y Andalucía. Los destinos preferidos por los españoles son Gran Bretaña (45%), Irlanda (23%), EEUU (20%), Canadá (5%), Francia (2,5%) y Alemania (2,5%).